El pasado jueves se pudo volar en El Grado después de unos días con una ventolera tremenda. Fue mi primer despegue de espaldas (eso sí, esquivando las coscojas y encinas como un profesional antes de estar en el aire) y mi primer aterrizaje en la zona oficial. Tu primera colonia chispas
Todo esto fue gracias a Marcelino, con su infinita paciencia, mientras me corregía cuando hacía campa. No hicimos fotos, pero os pongo los culpables de mi nuevo vicio.
Estuve en Castejón, pero eso es otra historia