Que bonito sitio este de Piedralaves. He volado por primera vez aquí y me ha encantado. Todo salía a pedir de boca: viento perfecto (18km/h SW), solecito, la compañía de dos amigos y mi chica. En cuanto llegamos al despegue no tardamos ni 5 minutos en estar listos para volar, nos ansiaban las ganas de estar en el aire, a mi me dolían los pies de tenerlos toda la semana en el suelo!

En cuanto sales del despegue un tanto caprichoso (con árboles a ambos lados el viento debe estar muy bien encarado para que no se formen rotores) te desvías a la derecha y la ladera de 500 metros de desnivel hace el resto. Además te ayudan unas condiciones de termoladera muy buenas. Estuvimos en el aire por lo menos una hora y nuestro amigo Agus logró coger alguna térmica que le subió hasta 400 metros sobre el despegue. Los menos experimentados nos conformamos con 250 o 300 metros.

A la hora del aterrizaje el mejor sitio son unos campos junto a la carretera que empieza a subir al despegue. Quedan aproximadamente a las 7 (posición de las agujas del reloj) en disposición de despegar. Cuando empezó a aflojar el viento nos dirigimos hacía allá. Delante iba mi amigo Julio, que me guiaba para saber que campo era el mejor, pero que con la tontuna de los giritos y aprovechar hasta la última brisa se tuvo que conformar con el campo que más cerca le pilló...y también el más pequeño. Pero con soltura el tío se metió entre pinos y todo y se poso en medio de aquel corralillo como palomo sobre poste de teléfono. Detrás fui yo, que con su ayuda tras reconocer el terreno, no tuve problemas para plantarme a su lado, no si antes pasar entre dos pinos...ufff... Agus se quedo rascando un poco más la ladera que se levanta junto al aterrizaje, le saco buen provecho. A la hora del aterrizaje le recomendamos que entrara bajito, casi podando las copas de los pinos que rodeaban el aterrizaje. ¡Joder Agus! te hemos dicho "casi"