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Domingo 29 - Cuarta Manga

por reportajes
6/8/2007

Méteo con techos a 4.000 m y, por fín, nubes. Poco viento, NE y SW según la altura. Espectacular el día. La Convergencia se montó encima y por delante del despegue.
 
Manga clásica, carrera de 65kms, para tener un fin de fiesta con muchos pilotos en el gol. Así fue, llegaron unos 50. Gol masivo con cerveza para los pilotos. El día daba para hacer una ida y vuelta bárbara de 100-150 kms dirección Piedrahita, pero elegimos la fiesta para todos.
 

La manga:


· Start point a 4 kms del despegue.
· Punto giro en la cuerda 6 km al SW del despegue para correr 25 kms al NE al otro extremo de la ladera.
· Salir al llano al W del despegue, el Dedo de Gallegos, a 24 kms.
· Vuelta al despegue y gol en Arcones.

Resultados:
            1º Cecilio Valenzuela
            2º Iván Colás
            3º Paolo Facchini
 
Crónica de Godo – 7º en gol
Gol masivo que estuve a punto de no hacerlo. En la baliza de la Cebollera me quedé muy bajo, Mario aterrizó allí, menos mal que Reina me marcó una buena térmica que giramos junto cada uno para un lado, eso sí, pero nadie dijimos nada. El resto fue casi sin girar, haciendo algún giro en alguna que era un insulto no girarla.
 
Todos iban por la montaña salvo Cecilio y alguno más. Me fui prácticamente sin girar a 2.800-2.900 y llegué al gol en buena posición. Entré el sexto a 4 seg de Xevi que se fue por la ladera.
 
Ni me lo creo todo lo que hemos volado. De vez en cuando hay suerte. Está fenómeno haber defendido nuestra zona de toda la vida, donde algunos empezaron a hacer los primeros récords (Carlos LaTorre y otros).
 
 
Crónica de Xevi – 6º en gol
Cecilio iba tirando a la primera baliza algo por el llano. El resto íbamos más por la montaña. Tras volver de Somosierra se fue con Larry detrás por una línea muy buena sin girar. Iván, Akitxo, Miki, yo y otros nos hundimos. Ahí nos fuimos separando. Unos giraron, otros se fueron por la montaña. Por la ladera Iván tiraba por delante. Miki muy bajo iba muy rápido sin girar. Akitxo y yo más altos.
 
Los que cogieron la mejor línea llegaron más rápido. Por el llano Cecilio escapado y los italianos que le seguían detrás llegaron antes. Por la montaña Iván, Miki y yo los más rápidos. Al llegar al despegue con mucha altura me cogió la compresión y me costó tiempo salir. 
 
 
Crónica de Iván Colás – 2º en gol
Despegamos y cogimos altura. El Cecilio se lanzó a realizar la baliza de Somosierra con un ritmo muy rápido y nos obligaba a hacer transiciones muy largas que nos dejaban a poca altura.
 
A la vuelta de la primera baliza opté por cruzar al despegue de Somosierra mientras Cecilio seguía por el llano. Hasta la altura del despegue y sin girar nada a unos 1400-1600 iba por debajo de la cuerda más o menos en paralelo.
 
Del despegue de Arcones cogí altura y me tiré a hacer la baliza del Dedo Gallegos, pensé que no llegaba por el viento en contra pero vi a Cecilio haciéndola por debajo unos 700 metros antes que yo llegara.
 
Hice la baliza me fui al despegue sin girar y haciendo ladera alcancé 1.700 pero cogí una descendencia fuerte y no me daba para llegar al gol. Tuve que volver al despegue a coger altura. Aún así no me cogieron los italianos que venían detrás.
 
 
Crónica de Cecilio – 1º en gol en 1 h 48 min.
Volví a salir tarde. El despegue se puso térmico y la gente que estaba en primera fila moñeaba. Me quité el arnés y metí caña para que despegaran. Luego fallé varias veces. Al final me vi bajo para el start. Más que a coger altura me concentré en el vuelo y el aire, el día era espectacular.
 
Salí con 2.100 del start, 1000 m más bajo, pero fui bien a la baliza y de vuelta al despegue. Allí habían parado los primeros, pasé de esa térmica y encontré una más potente delante. Subí a 2.600m y me fui.
 
Llegué con Miki a la de Somosierra pero el paró a girar antes. La hice, dí tres giros y aproveché lo que veía de otros pilotos para cruzar el puerto de vuelta. Esperaba que me marcaran más, pero los que venían detrás iban montados en la burra 1000 m arriba.
 
Larry me cogió a la vuelta Somosierra, giramos algo juntos y cada uno tomó una decisión. Yo aposté por abrirme al llano, se veía la convergencia bien montada. Él por ir delante de la ladera, había un piloto marcando una buena térmica. Acerté de nuevo en los planeos y me planté en el gol antes que llegaran las cervezas.