No te escondas cabrón.
No te escondas lo mismo que no te escondías cuando las cosas te iban bien.
Ahora te escondes, te averguenzas.
¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué jodistes al personal de esa manera?
¿Y ahora que? ¿Dónde está aquella responsabilidad de la que presumías?
Tal vez tu también estás esperando que te llamen de un programa televisivo, tal vez tu también estás esperando que te den un montón de pasta, por contar como robabas, como estafabas a tus vecinos, a tus compañeros.
¿Te acuerdas cuando prometias? ¿Te acuerdas lo que gritabas? ¿Dónde te metiste cabrón? Da la cara, demuestra que a pesar de que no tienes verguenza sigues teniendo coraje. Tal vez llegue el día en el que dejéis de existir, el día que no dejemos que nos engañeis. Tal vez, tal vez.
¡Rin, Rin, Rin!
Ostias, perdón estaba soñando. Menuda pesadilla. Con lo buenos que son todos.