La Comunidad Virtual de Parapente y Paramotor

Desde las azores

por airetik
29/5/2006
    Cuba nos ofrece los últimos dias soleados, las últimas playas paradisíacas, últimas buceadas en aguas cálidas...antes de partir de vuelta a casa, para lo que necesitaremos mes y medio aproximadamente. Así pues, el 26 de abril zarpamos de la Marina Hemingway cargados de esa energia positiva que sólo l@s cuban@s saben regalar....

    La idea es navegar rumbo a Florida para coger la corriente favorable del Golfo, rodear Bahamas y subir hasta Bermudas, que será nuestra siguiente parada.

    En la travesia de vuelta a casa, volvemos a ser cuatro: nuestro patrón Txema y tres marineros: Gorka, Txantxar, y esta que narra(Esther). Esta vez las guardias han cambiado y resumiendo, quedan así: durante el dia cada uno hace una guardia de tres horas(menos el cocinero, que ese dia libra la guardia)y por la noche hacemos dos guardias, de hora y madia cada una, lo que resulta muy llevadero.

    Inauguramos las primeras guardias nocturnas con un susto que despierta nuestros sentidos todavía adormilados por la estancia en tierra, y es que después de unos dias en tierra, toda la tripu necesita volver a hacerse a la vida marinera; pues bien, como digo, a las dos treinta de una de las primeras madrugadas, aparece de improviso una embarcación de los Guardacostas Americanos; navegan sin luz en la noche y aparecen de repente por nuestra popa, alumbrándonos con una luz cegadora; nos llaman por la VHF y nos cosen a preguntas sobre el barco y la tripulación; por suerte todo les parece OK! y se van como vinieron, no sin dejarnos con el susto en el cuerpo.

    Cada uno de nosotros tiene grabados en la retina un centenar de atardeceres que este viaje nos ha regalado; atardeceres dorados, coloridos, pintados en malva, violetas, rosas, naranjas...acompañados en su mayoría por nubes manchadas de luz; pero sin duda el atardecer más singular de los que hemos visto, lo disfrutamos cuando pasábamos a unas 10 millas de las costas de Miami; tuvimos entonces ocasión de ver el Sky Line típico de las postales: un horizonte de rascacielos recortados en silueta por un enorme sol que se ocultaba tras ellos.

    Este iba a ser el último atardecer que veriamos en varios dias, porque a partir del día siguiente y en pleno canal de Florida navegariamos con cielos nublados, vientos fuertes de proa y mar crecida en contra, que nos obligan a poner motor bien revolucionado para conseguir hacer avante, ya que a vela abatiriamos hacia la costa que nos rodea por las dos amuras; el viento y la mar son tan fuertes, que ya es una victoria no navegar hacia atrás.

    Depués de tres dias navegando a motor, las reservas de combustible empiezan a escasear y decidimos izar velas; navegamos ahora con tres rizos en la mayor y génova recogida hasta hacer de tormentín; el avance es muy lento, y para colmo, por la noche el viento arrecia y el patrón despierta a toda la marineria para arriar mayor; la maniobra es delicada por las fuertes rachas de viento, y las olas que provocan balanceos bruscos que invitan a perder el equilibrio...por supuesto, todos llevamos chalecos salvavidas y las cintas de seguridad; porque: más vale un pequeño click....que un gran chof!!.

    Llevamos tres dias sin quitarnos la ropa de agua y hemos hecho singladuras de tan sólo 45 millas al día...una ruina!!! si comparamos con las 120 millas de media que solemos hacer...y aún nos quedan 600 millas hasta Bermudas.

    El temporal calma....demasiado!

    Pasamos de ceñida a rabiar con vientos fuertes, a una calma txitxa a veces absoluta; sólo nos queda esperar pacientemente al viento, ya que el poco combustible que queda está reservado para emergencias y para la entrada en la bahía de St. Georges(Bermudas).

    El paisaje de la mar en calma total es precioso: mar aceitoso que refleja cual espejo, nubes blancas sobre un cielo azul celeste, que recuerda a una marina pintada al óleo.

    Después de un par de dias entra algo de viento e izamos el spi (tremenda vela que se infla como un globo!) que nos lleva a unos 5 nudos. Avanzamos así durante todo el día; y por la noche avistamos tierra, iluminada por cientos de lucecitas, pero la entrada a la bahía es estrecha, rodeada de coral y es bastante complicada para entrar de noche, por lo que esperamos al pairo hasta el amanecer. Por fin Bermudas! Travesia CUBA-BERMUDAS: 12 dias.

 
Calma chicha
 
De compras en Bermudas
Cumple de Gorka ¡¡¡Ene, como nos punimos de concretas!!!

    Aprovechamos la estancia en Bermudas para hacer arreglos en el barco y para llenar la despensa. Por azares de la vida, coincidimos con Carlos que está estos dias en Bermudas por causas de trabajo; pasa una noche con nosotros en el barco, y preparamos una rika cena con doble motivo: su visita y el cumple de Gorka. Después de tres noches sin guardias, volvemos a partir, esta vez hacia Azores.

    Decidimos navegar toda la travesia con el sextante (para los que no lo conozcais, el sextante es un instrumento de medición de altura de los astros que se usaba mucho, pero mucho antes de que existieran los GPS; tomando diariamente la altura a la que se encuentra el sol en el cénit y después de unos cuantos cálculos marineros, podemos situarnos en la carta), pues lo dicho, que damos vacaciones al ordenador y al GPS; a partir de ahora navegaremos como los antiguos: a vela y siempre con la mirada atenta en el sol y las estrellas.Las primeras mediciones son bastante malas, pues hay ola y las nubes no nos dejan ver el sol.

    Pasamos tres dias con una fuerte borrasca, el viento de fuerza 5-6 con puntas de 7; olas de hasta 6 metros, y alguna rebelde que se acercó a los 7. Una de esas oloas, embarca en la bañera y activa (accidentalmente) la radiobaliza! por suerte sólo se ha activado un auto-test interno del aparato, y no la señal de SOS como pensabamos al principio, con todas las connotaciones de preocupación que podían surgir en casa (hay que tener en cuenta que durante las travesias, no tenemos forma de comunicar con casa y decir: "tranquilos! estamos bien, la señal de SOS se ha activado accidentalmente...")

    Por fin amaina la borrasca y el ambiente en el barco cambia...sacamos toda la ropa a la bañera para que se seque ( los grados de humedad son altísimos y la sal impregnada en la ropa, sacos de dormir, calzado...mantiene todo húmedo) abrimos escotillas y portillos, un poco de arranche en la cabina y fiesta en la bañera: guitarra, palomitas y cuerpos al sol...

    Por la noche, el motor se para! cuando parecía que todo mejoraba...El prefiltro de combustible ha cumplido sus horas y pedía cambio; todo arreglado!

    Los dias pasan tranquilos sin más sobresaltos que la aparición de delfines que siempre son bienvenidos, y la visión de alguna ballena más o menos cercana que nos saluda lanzando un chorro de agua hacia el cielo.

    Las noches también pasan tranquilas( no olvidar que en un barco se viven las 24 horas del día, ya sea con claridad u oscuridad). De vez en cuando la luz de algún mercante en el horizonte despierta la atención del que está de guardia pero en general las guardias nocturnas son tranquilas y ofrecen momentos para encontrarse a uno mismo bajo las estrellas.

    Por cierto: en la travesía de ida hacia el caribe, la constelación que nos acompañaba durante las noches era ORION, con su arco y su daga; ahora en cambio, la OSA MAYOR aparece todas las noches despejadas ayudándonos a encontrar la estrella polar que nos ubica en la noche.

    El sol sale a menudo y podemos tomar su altura con el sextante, posicionándonos en la carta a 450 millas de Faial!! Esto merece un baño para celebrarlo! Con el buen tiempo y la cercanía de Azores (calculamos que estamos masmenos a 4 dias de las islas) los ánimos están muy altos y eso se traduce entre otras cosas en que comemos mejor! todos nos esforzamos por cocinar platos suculentos e innovadores, aunque la materia prima empieza a escasear... cuanto menos hay, más trabaja el ingenio.

    Pasa otro día y según nuestros cálculos estamos a tan sólo 300 millas(a alguien le parecerán muchas 300 millas, pero para nosotros son bien poquitas, teniendo en cuenta que la travesía es de 1.800 millas) Para confirmarlo, hoy encendemos el GPS por primera vez en toda la travesía y...efectivamente, esto del sextante funciona!!!!

    El 26 de mayo a las 11:47 avistamos tierra! Azores y el mítico bar de Peter nos esperan!

    Travesía BERMUDAS-AZORES: 16 días.
Tomando alturas con el sextante, para saber donde estamos, donde vamos, quien somos etc.
Llegando a las Azores
El puerto de Faial, donde es tradicion que todos los navegantes dejen un recuerdo de su paso.
Aprovisionandonos para la ultima etapa del viaje.
El Bar de Peter. Mitico Bar en el que siempre hay celebraciones ya que todos los marinos que llegan aqui tienen una larga y muchas veces dura travesia a sus espaldas.
     Esther
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