Hola otra vez...
Hoy ha llegado el día. Me he levantado, he realizado todas las pequeñas tareas pseudorituales que realizo mecánicamente todas las mañanas y he salido de casa. Todavía de noche, no hay vestigios de que el sol quiera aparecer a su cita diaria. Una ligera brisa me recibe y aspiro ese aire. Un aire frío, nuevo, recién estrenado... distinto.
Aparentemente, todo es igual en esa rutina. Menos un pequeño detalle. Una nimiedad, que cuesta un par de segundos realizar.
No me he tomado ninguna pastilla en el desayuno. Hoy es viernes, no estoy pensando en que esta noche me tengo que poner una inyección
He finalizado un tratamiento infernal, que comencé aproximadamente hace un año. 48 inyecciones, 1680 pastillas.
Publiqué un artículo en su día cuando comencé todo:
http://www.parapente.net/blogs/superop/000614_0001161
Me han dicho que poco a poco empezará una recuperación paulatina de mi cuerpo, mis fuerzas volverán a aparecer y seré otra vez el de antes. Lo que no sé todavía es si he tenido éxito... lo sabré dentro de seis meses; pero ahora mismo no me importa. Sólo quería quitarme este tratamiento de en medio.
Creo que la razón para haber llegado en pie hasta aquí ha sido el buscar un objetivo, fijar una idea en la mente: Salir los sábados a volar.
Realmente, no sé si ha sido por eso, por el apoyo incondicional y abnegado de mi mujer, o por una suma de todo, pero he llegado al final.
Sigo diciendo lo mismo que en aquel artículo: Si por alguna casualidad tú que me estás leyendo tienes una enfermedad larga, o algo que te preocupa y que no te deja salir del pozo en el que te encuentras, VUELA. Y cuando no puedas, recuerda tu vuelo especial. Ese que te dejó pensativo durante días. Ese que te dejó una sonrisa peculiar e incomprensible para todos. Y entonces, ten la certeza de que lo que estás haciendo es prepararte para repetirlo. De una u otra forma, si realmente quieres, vas a volar, y vas a estar bien para ello.
Yo lo he conseguido, os aseguro que soy ser humano tirando mas bien a escuchimizado, no soy ningún supermán precisamente... pero tengo un arma muy poderosa, que tenemos todos y muchas veces infravaloramos: El poder del pensamiento.
El amanecer, por fin está empezando a intuirse... El sol asiste puntual a su cita, eso quiere decir que el mundo sigue girando, que la vida sigue y que hay que ir a por ella.
Mi parapente espera plegado en su mochila. Dentro de poco lo usaré en plenitud de facultades. Dentro de poco, me veréis otra vez en los despegues dándome vuelos discretos, sencillos, incluso planeos descendentes o laderas breves. Reconozco que no soy un gran volador. Pero por alguna razón, volar supone un alimento tal, que lo hagas con el estilo que lo hagas, te va a dar fuerza para enfrentarte a lo que quieras. O más bien...
...Te va a dar fuerza interior para conseguir lo que desees.
Nos vemos en el aire...