La Comunidad Virtual de Parapente y Paramotor

Alguien ha descubierto qué es VOLAR.

por superop
19/7/2010
Después de más de un año de intentos fallidos por causas meteorológicas, mi sobrino Miguel por fin ha recibido su bautismo de vuelo.
El día, la verdad, no era de los mejores: En el despegue, todo el día viento flojo que, en ciclos, incluso caía del todo. Había que jugar la carta de la restitución.
Esperamos pacientemente al final de la tarde. Miguel, incluso, estaba pasivo, casi escéptico, pensando para sus adentros: “Me parece que otra vez nos vamos sin haber probado esto...”
 
Por la tarde, el viento entra mejor encarado, aunque sigue siendo flojo. Pero al menos, los ciclos son algo más largos, se puede salir a jugar un poco en la ladera, eso sí, sin grandes pretensiones, para luego ir a aterrizar abajo.
 

Algo es algo...

Comienzan los preparativos del biplaza. Me acerco a Miguel y le digo: “Creo que hoy sí que lo catas...”

En su semblante serio veo brillar la chispa de la emoción. Quiere saber qué es eso que siente su tío, quiere comprobar por sí mismo qué es eso que tanto dicen que es volar.
 
Se pone la silla y el casco. Mira hacia delante y quiere estar ahí, en ese aire invisible.

Esperan entonces el momento propicio, cuando el viento está mejor encarado, cuando el ciclo térmico nuevo empieza, y salen.

Carrera limpia, con decisión, sin titubeos, Miguel quiere SABER.

 

Ya está en el aire. Miguel se acomoda bien en la silla y empieza a disfrutar del momento.
 
Una pasada por delante del despegue... otra... Las condiciones no permiten sobrepasar la altura del despegue, pero al menos, se mantienen ahí.
 

Volando.

La Libertad ha llamado a la puerta y ésta ha sido abierta.

 

Un cirro viste con su velo de novia a la atmósfera, para que el matrimonio entre Miguel y ella sea lo más vistoso posible. Incluso, el sol decora ese velo con un toque irisado, como si un broche de nácar tuviera ese cirro en sus entrañas de cristalitos de hielo...
 
El ciclo térmico acaba, las ya flojas condiciones lo hacen aún más, no hay más remedio que ir a aterrizar...
 
Bajamos a buscarle.
Al llegar, vemos a un nuevo Miguel, uno con esa sonrisa especial de quien ha probado el vuelo...

Se abraza a su tía, para expresar con gestos lo que no puede con palabras...

 

Su descripción del vuelo es, simplemente, “sentirse libre y no pensar en nada”... algo que no se entiende si no se prueba. Ya sabe lo que siento cuando vuelo, intuye qué es lo que hace que su tío se asome a un abismo y sonría, cuando el resto de los mortales mira a ese mismo vacío y lo teme...
 
Yo, además de ver volar a mi sobrino, de desear que sintiera lo que yo siento cuando vuelo, pagué un pequeño tributo a otro Miguel, el que inspiró el nombre de mi sobrino, el hermano en el aire que por siempre vuela conmigo...
 

Ese día también tú volaste un poco con nosotros, hermano mío.