4 - La regla de oro y sus tres leyes.
Estos principios formales de composición visual fueron utilizados de manera 		elemental desde la más lejana antigüedad, tanto en el Viejo Mundo como en 		América, como puede observarse en los murales egipcios, mesopotámicos y 		aztecas, entre otras culturas.
Sin embargo, las informaciones más lejanas que tenemos hoy en día sobre su 		teorización y sistematización se las debemos a los griegos de la edad clásica, 		entre los siglos V y III antes de Cristo, quienes los usaron en pintura, 		escultura y arquitectura.
Posteriormente, durante el Renacimiento Europeo, en los siglos XV y XVI, 		los grandes maestros de esa época hicieron bastante uso de estos parámetros, 		legándonos algunas de las más bellas imágenes que tiene el patrimonio mundial.
En los tiempos modernos han sido criticados en varias oportunidades debido 		al surgimiento de corrientes artísticas muy cuestionadoras, pero nunca han 		perdido su vigencia, siendo actualmente de uso común no solo en las artes 		gráficas sino también en los medios de comunicación social como la fotografía, 		el cine, la televisión y la publicidad.
Empero, estas leyes no son para seguirlas al pie de la letra, son normas que 		nos pueden ser muy útiles para comenzar a componer partiendo de ellas, y que 		podemos emplearlas o no según nuestro criterio y su adecuación al tema que se 		esta trabajando, una  buena práctica es realizar varias versiones de una misma 		imagen, respetando estas leyes en unos casos y en otros no, para luego comparar 		los resultados.
A continuación expondremos una propuesta nuestra sobre la manera de cómo 		dividir el contenido teórico de estos principios, y como poder aplicarlos si 		así lo deseamos, para la construcción en particular de la imagen fotográfica.


La Ley del Horizonte
Señala que en el recuadro fotográfico deben trazarse, imaginariamente y con una 		finalidad referencial, tres bandas horizontales de igual anchura, tanto si se 		esta trabajando en posición apaisajada o vertical, y en la gran mayoría de las 		ocasiones, darle alrededor de dos bandas a la zona donde se encuentra el motivo 		principal, y más o menos una banda a la zona secundaria.
Ahora bien, por lo general, la amplitud de ambos espacios va a depender de la 		mayor o menor importancia de cada uno de estos, pudiendo ser casi iguales si la 		relación entre el motivo principal y el secundario no es tan desequilibrado, 		hasta reducirse la zona secundaria a solo un pequeño borde si el motivo principal 		es muy destacado.
Es pertinente señalar que esta regla no solo se aplica cuando esta presente el 		horizonte, sino en toda imagen que tenga una línea más o menos horizontal que 		divida a la composición en dos espacios significativamente diferenciados.

Esquema Gráfico de la Ley del Horizonte

La Ley de la Mirada
Señala que toda persona, animal o cosa, debe de tener dentro del recuadro 		fotográfico más espacio libre hacia su frente que hacia su atrás, 		independientemente de la amplitud de lo abarcado en el encuadre de toma, 		pudiendo incluso hasta estar cortado por el borde del recuadro parte del 		elemento gráfico en cuestión en su zona posterior, si este se encuentra 		en un plano cercano a la cámara o es de dimensiones muy grandes.
Como en el caso de la ley precedente, en la generalidad de las veces, 		la mayor o menor medida en que se le otorgue espacio al sujeto principal, 		dependerá tanto de su importancia, como de la importancia de lo que tiene 		a su frente que le hace contrapeso, debiendo haber casi siempre, una 		relación directamente proporcional entre el valor de lo mostrado y el 		espacio que ocupa.

Esquema Gráfico de la Ley de la Mirada
La Ley de los Tercios
Señala que en el recuadro fotográfico deben trazarse, imaginariamente, 		dos líneas equidistantes verticales y dos horizontales, siendo en 		torno a alguno de los cuatro puntos donde se cruzan las cuatro líneas, 		en donde debe colocarse el motivo que deseamos resaltar dentro de la 		composición.
Esto ocasiona un arreglo asimétrico de la imagen, con el polo de máximo 		interés visual encontrándose relativamente cerca de alguna de las cuatro 		esquinas del recuadro, y el área central de la gráfica ocupada por 		elementos secundarios.
Es posible y hasta recomendable, cuando se pueda hacer, cumplir las tres 		leyes de La Regla de Oro en una misma fotografía, pues estas no solo 		son perfectamente compatibles entre sí, sino también complementarias.

Esquema Gráfico de la Ley de los Tercios