La Comunidad Virtual de Parapente y Paramotor

A ti, que no vuelas.

por superop
22/10/2010

A ti, que no vuelas, a ti, que te lo estás pensando…

Me pides que te explique qué siento.

Por qué lo hago.

Qué obtengo con ello.

 

Y nunca sé responderte.

No sé explicar qué es volar. Y mi recurso fácil como respuesta es decir “Es que no se puede explicar…”

 

Pero es que no se puede explicar.

 

¿Cómo convencerte de que correr hacia un precipicio con un trapo desinflado reconforta?

¿Cómo poder convencerte de que es fácil aprender?

¿Cómo podría transmitirte mis sentimientos cuando me encuentro suspendido en medio de un valle, como en los sueños?

Y decirte que es como cuando sueñas que vuelas, sería solamente aproximarme. Porque es superior a un sueño.

Te digo que cuando vuelo, los problemas se quedan atrás.

¿Por qué? Me inquieres.

Porque una vez hayas despegado, estás OBLIGADO a disfrutar.

 

No puedes hacer otra cosa.

 

No puedes hacer otra cosa más que dedicarte a ese vuelo. Tu mente se olvida de todo lo demás y solamente presta atención a lo que el aire está comunicando.

Tu mirada se amplía, es como si los ojos de pronto abarcaran más campo visual. Ves ese paisaje y lo analizas, buscas sus posibilidades, y si no las tiene, buscas la sorpresa de ver todo desde ese punto de vista tan diferente.

 

Surcas el aire sin saber muy bien cómo. Es como cuando oyes una radio… por mucho que te expliquen cómo funciona, al final no deja de parecer mágico el resultado.

 

Me sigues preguntando que por qué después de cientos de vuelos, muchos de ellos en los mismos lugares, no me he aburrido.

Porque cada vuelo es único e irrepetible. Siempre habrá una sensación nueva que no conocías, y siempre el aire te dará algo nuevo para aprender.

 

La luz.

Esa maravillosa luz que sobre todo por las tardes, transforma los valles. Solamente por eso, tienes que volar.

 

 

 

Tienes que ver la gloria.

¿Y qué es la gloria? Me preguntas, con cierta intriga en tus ojos.

Es tu sombra con un halo luminoso alrededor:

 

 

 

Hay muchas cosas que tienes que ver, que tienes que sentir…

Volar en silencio hacia una nube, atravesarla y sentir ese aire húmedo y tranquilo, frío, tenebroso y acogedor al mismo tiempo…

 

 

 

Y te aseguro que, cuando vuelas, solamente piensas en el vuelo…

E incluso, cuando el día no permite volar, si sabes ver, la naturaleza te regala un espectáculo.

Técnicamente, esto es un arco iris supernumerario:

 

 

 

 

Yo lo llamo serena sorpresa…

 

¿Qué es volar?

No lo sé…

 

Quizá, solamente quizá, sea la mejor forma de verme por dentro que conozco… la más auténtica, la más natural… Tal como me sentí en estas últimas vacaciones…

 

 

Sigo aprendiendo a volar... from Superop on Vimeo.