La Comunidad Virtual de Parapente y Paramotor

¡Socorro! ¡Hay un venturi en mi cafetera!

por superop
3/8/2011
 
Bueno, la verdad es que esto del parapente, aparte de la inquietud propia por despegar los pies del suelo, tiene además algunos “efectos secundarios” que, si somos obdervadores, podemos aplicar en nuestro día a día.

Como parte del progreso en este deporte, tenemos que aprender algo de meteorología y algo de aerodinámica… si estamos lo suficientemente despiertos, a nuestro alrededor tenemos innumerables casos de efectos “mágicos” que en realidad, tienen explicación con lo que sabemos con esto de volar…

Me explico.
En mi trabajo, relacionado con el mantenimiento de equipos electrónicos, he tenido bastantes ocasiones de detectar fallos en sistemas simplemente imaginando dónde se acumula el calor generado y cómo una mala solución de convección térmica hace que la avería se produzca.

Eso, que fue un caso en donde puse en práctica mis conocimientos de las masas de aire (eso sí, a escala microscópica comparado con la atmósfera), fue lo que me hizo pensar en cantidad de cosas que pasan a mi alrededor y que no reparo en ellas…

 

 
Suena el despertador. Amanece. Otro día más. Al lado del despertador, un vaso con agua. Lleno de burbujitas…
Las burbujitas no siempre están, hay días que el agua no tiene ni una. Solamente “salen” cuando la noche anterior llené ese vaso con agua bastante fría. Resulta que el aire es soluble en el agua, y ésta es capaz de “absorver” más aire cuanto más fría esté. Luego, al irse calentando con el ambiente, ese aire ya no podrá seguir disuelto y las burbujas aparecerán como por arte de magia.
 
Preparo la cafetera, es de esas italianas en las que pones el agua en un depósito, encima está el café en una especie de embudito con una rejilla y arriba del todo está el último depósito, en donde se recoge el café hecho. Me lo quedo mirando… ¿Cómo puede subir TODO el agua?
El agua, al hervir confinada, aumenta su presión, y su única vía de escape es un tubo inmerso en ella… ¡Un venturi! Allí, la velocidad del vapor aumenta vertiginosamente al disminuir su presión, atraviesa el café molido, y a través de otro venturi, llega al último depósito. Ingenioso, ¿verdad?
 
Me aseo, y al usar el desodorante, resulta que el spray se está acabando… Lo dejo pulsado para vaciarlo del todo, y el bote se enfría muchísimo, hasta tal punto que su superficie alcanza el punto de rocío y se condensa humedad… Un gas a presión, al aliviar esa presión, absorve calor, se enfría. ¿Pasará lo mismo en un venturi de un valle?
 
Intento mirarme en el espejo del baño, pero se ha empañado. Claro, la humedad relativa es alta y la temperatura también se ha elevado; al contactar con la superficie fría del vidrio, se alcanza el punto de rocío de la masa de aire confinado en el cuarto y ¡voilá! Gotitas…
 
Salgo de casa… En invierno, el coche está frío, empiezo el viaje y como bicho consumidor de aire que soy, devuelvo a la atmósfera aire más caliente y más húmedo… es decir, que al rato, el parabrisas se empaña, pero el culpable soy yo… Y para desempañar, aunque esté helando fuera, lo mejor es poner el aire acondicionado… ¿Y por qué, si en teoría un aire frío no haría sino forzar el punto de rocío?
Pues es que realmente, un sistema de aire acondicionado lo que hace es pasar aire del ambiente por un entramado que está muy frío. Ahí sí que se alcanza el punto de rocío; el agua contenida en el aire se condensa y se evacúa a la calle por un tubito, con lo que el resultante es que el aire que sale de ahí es más frío… y más seco. Al “enchufarlo” hacia el parabrisas con gotitas, hará de “esponja” y las absorverá.
 
En verano, puede que me pase otra cosa… voy en el coche y descubro una mosca subiendo por mi ventanilla. Espero a que llegue al borde superior y entonces, bajo un poco el cristal. La mosca es expulsada al exterior violentamente, pero si pongo la mano, resulta que entra aire… ¿Por qué salió la mosca hacia afuera?
Con la ventanilla cerrada, el aire exterior pasa lateralmente, pero el de dentro está estático. Al abrir la ventanilla, en un primer instante el funcionamiento es como el de un ala… Aire “detenido” en el intradós y aire a alta velocidad en el extradós… O sea, absorción debido al señor Bernoulli, con mosca incluida…
Instantes después, las presiones se igualan y los rotores hacen su aparición. Por eso “entra” aire.
 
A media mañana, con el calorcito, tengo sed… agarro el botijo y le doy un buen trago… ¡Qué fresquita está el agua! Pero… ¿Por qué?
El barro del botijo es poroso. Poco a poco, el agua se filtra hasta la superficie exterior, y allí, se evapora. Las moléculas de agua, para pasar de líquido a gas, necesitan absorber un poco de calor. ¿De dónde? Pues del barro del botijo, con lo que el agua que está en el interior acaba bajando su temperatura. Ingeniosísimo invento de nuestros ancestros...
 

Como resumen, si prestas atención a tu alrededor, deducirás cosas, aprenderás, pondrás en práctica conceptos que parecían demasiado teóricos, y sobre todo…

Te divertirás.