Resumen:
Atención todos los pilotos de Parapente y Vuelo Libre:
Es de la máxima prioridad respetar las Zonas Restringidas de Vuelo y Aeropuertos. Próximamente publicaremos un extenso artículo sobre el tema, entre otras cosas explicando el tema y su repercusión en nuestros vuelos y su planificación.
El tema de las Zonas Restringidas es un asunto prioritario, no sólo por la Seguridad respecto a personas, aeronaves y daños de todo tipo y por temas legales, sino por que puede tener consecuencias en nuestra práctica de vuelo en parapente por posibles modificaciones en futuras normativas.
La noticia trata sobre un incidente en el que un parapente voló cerca del aeropuerto de Palma, causando la paralización de la actividad y retrasos en varios vuelos. El responsable podría enfrentarse a una multa de hasta 225.000 euros por sobrevolar sin autorización el espacio aéreo controlado.
El aeropuerto de Palma se vio obligado a suspender temporalmente sus operaciones el pasado domingo debido a la presencia no autorizada de un parapente en sus proximidades. El incidente, que ocurrió alrededor de la 1:00 PM, generó retrasos y desvíos en varios vuelos, afectando a rutas hacia y desde Menorca, Ibiza, Madrid, Bremen, Zaragoza y París. El parapente sobrevolaba una zona cercana a la rotonda del camí de Sant Jordi, un área donde el vuelo está estrictamente prohibido debido al riesgo que representa para la aviación comercial.
La Federación Balear d'Esports Aeris (FBEA) y el Club de Vol Mediterrani han expresado su condena ante lo sucedido, enfatizando la importancia de respetar las regulaciones aéreas. Estas instituciones temen que este incidente pueda poner en riesgo negociaciones en curso para la legalización del vuelo en otras áreas de la isla, como Cabo Blanco. Instan a los practicantes de este deporte a ser extremadamente cuidadosos con las restricciones locales de vuelo.
Si se identifica al responsable de este incidente, podría enfrentarse a severas sanciones. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) podría imponer una multa de hasta 225.000 euros por considerarse una infracción muy grave. Además, desde el punto de vista penal, la persona podría ser acusada de un delito contra la seguridad aérea, con penas de prisión de entre 2 y 5 años.
La situación fue documentada en redes sociales, donde la cuenta de controladores aéreos compartió imágenes de la aplicación FlightRadar24 que mostraban el tráfico aéreo detenido y aviones dando vueltas en espera de poder aterrizar. Aena y los pasajeros afectados podrían reclamar indemnizaciones por los retrasos, desvíos y otros perjuicios económicos derivados de la interrupción de las operaciones en el aeropuerto.