por cinicos
George Bataille (1897-1962) es calificado a menudo, paradójicamente, como un autor incalificable. Pertenece a esa clase de pensadores incómodos cuya obra fascina a unos e irrita a otros, pero no deja indiferente a nadie. Sin embargo es un pensador apartado, desconocido, a pesar de que tanto Heidegger como Foucault, entre otros, dijeron que era uno de los pensadores más importantes de su siglo.
Lector atento de Nietzsche, Freud y Marx, a lo largo de su vida ejerció de bibliotecario, poeta, comunista, escritor de relatos eróticos, aficionado a las putas, ateo y filósofo, en fin, "uno de los nuestros".
Bataille desarrolla su obra en torno a la transgresión, escribe sobre sus obsesiones, aconsejado por su psicoanalista, tales como el horror, la obscenidad o la muerte. En cierta ocasión escribió: "Hay ante la especie humana una doble perspectiva: en un sentido, la del placer violento, del horror y de la muerte -precisamente la de la poesía- y en el sentido opuesto, la de la ciencia o del mundo real de la utilidad."
Y al comienzo de otro de sus libros una declaración de como entendía las cosas: "Este mundo se le da al hombre como un enigma a resolver. Toda mi vida, sus momentos extraños, desordenados, no menos que mis pesadas meditaciones, se me ha pasado en resolver este enigma."