por cinicos
Vivimos en la era "post", todo sucede después de, y sin embargo sucede. El arte, por ejemplo, no solo sigue coleando, sino que además se expande, aunque se adentra en territorios dudosos.
"La calle encuentra sus propios usos para las cosas", dice Willian Gibson, atentos al mensaje Keith Haring o Basquiat, se dedican a pintarlas y se convierten ellos mismos en iconos urbanos del graffiti, tal vez porque siguieron el guión: vivir deprisa y morir jovenes (de sida, en un caso, de sobredosis en otro).
El arte ocupa nuevos territorios, por un lado: performances, o más recientemente, teleperformances interactivas (Eduardo Kac), acciones, instalaciones, happening o povera (Mario Merz, Jannis Kounellis ).
Por otro lado: el land art o la chatarrería robótica (Tinguely o Chico MacMurtrie )
Por otro: el arte digital, el net art, el arte de género o el video-arte (Bill Viola).
Otras veces el artista es su propia obra como el body art o los casos de Orlan o Stelarc.
Otras ... Joseph Beuys, Louise Bourgeois (por aquí está su araña), Marina Abramovic o Nam June Paik.
Esto no es más que una simple lista, que trata de ilustrar un poco lo que me interesa de este asunto: los borrosos límites del arte. Lo que a veces es y a veces no es, lo que desde aquí es y desde allí no es, ser y no ser.
Tiempo habrá (supongo) para explorar con detenimiento estos y otros límites.